Reloj inteligente Fittrack
Cuando recién empezaste a correr, ¿alguna vez has experimentado una situación así: no has corrido algunos kilómetros y sientes que todavía tienes fuerzas, pero simplemente no puedes respirar? Mientras tu velocidad de carrera se acelere repentinamente y la pendiente sea más pronunciada, inmediatamente te sentirás sin aliento.
En este momento, la mayoría de las personas culparán al entrenamiento cardiopulmonar y a la falta de fuerza muscular por el jadeo fácil y la debilidad al subir al correr. De hecho, muchas personas no pueden correr durante mucho tiempo, no porque tengan una resistencia cardiorrespiratoria insuficiente, sino porque no pueden mantener el ritmo de su respiración.
La conexión entre respirar y correr
El tamaño de la intensidad de carrera es directamente proporcional a la cantidad de oxígeno consumido. Si corres rápido, tu frecuencia respiratoria será más rápida y la intensidad de tu respiración aumentará. La cantidad de aire que pasa por los pulmones por minuto aumentará de 6 a 8 litros por minuto en reposo a 80 a 150 litros, que es de 10 a 12 veces mayor que en reposo.
Además, durante el ejercicio de intensidad moderada, como trotar y nadar, el aumento de la cantidad de aire ingerido por el cuerpo se debe principalmente al aumento de la profundidad de la respiración; mientras que en ejercicios extenuantes, como carreras de velocidad y boxeo, el aumento de la cantidad de aire ingerido por el cuerpo se produce principalmente a través de la respiración. aumento de la frecuencia.
Entonces, si desea ajustar su respiración para que coincida con su ritmo y, al mismo tiempo, desea absorber suficiente oxígeno de manera eficiente, debe respirar profunda y lentamente para lograr el propósito de regular la respiración.
¿Cuál es la dificultad para respirar?
1. Baja capacidad aeróbica
Si eres nuevo en el mundo del running, es probable que tengas problemas para respirar. Esto se debe a que los músculos no pueden absorber tanto oxígeno para soportar el esfuerzo físico. La mejor forma de mejorar tu capacidad aeróbica es realizar una carrera larga. Incluir carreras de larga distancia en tu plan de entrenamiento puede hacer que los músculos mantengan su propia demanda de oxígeno.
2. Respiración superficial
Si respiras a través de la mitad superior de los pulmones, es poco probable que obtengas suficiente oxígeno. El área de intercambio de oxígeno de una persona se encuentra principalmente en la mitad inferior de los pulmones, por lo que incluso si respira profundamente, si solo inhala aire hacia la parte superior de los pulmones, no habrá suficiente oxígeno en la sangre.
La forma de mejorar esta situación es respirar profundamente, aspirando aire hacia la mitad inferior de los pulmones. Si le falta el aire, no es porque no inhale suficiente aire, sino porque no exhala lo suficiente. Es muy importante exhalar completamente el aire inútil que se encuentra en el fondo de los pulmones para poder inhalar mucho oxígeno fresco.
3. Tensión muscular
Si sus músculos están demasiado tensos, seguramente respirará con dificultad, porque los músculos tensos dificultan que sus pulmones expriman sangre oxigenada hacia las células musculares. Querer mejorar esta situación es realmente muy sencillo, siempre y cuando te relajes.
Relajarse es la forma más útil de respirar. Es aprender a relajarse mientras corres. Después de que te relajes, todo será más fácil. A medida que corres de forma más eficiente, necesitas menos oxígeno y respiras de forma más natural.
Si quieres saber cómo están tu oxígeno en sangre y tu frecuencia respiratoria mientras corres, todo lo que necesitas es un reloj inteligente. Realiza un seguimiento de tu cuerpo en tiempo real, lo que te permite ajustar mejor tus movimientos.